La inteligencia artificial generativa, como ChatGPT y otras herramientas, se está metiendo cada vez más en el mundo educativo, y la verdad es que tiene cosas muy buenas, pero también algunos detalles que hay que mirar con calma.
Por un lado, me parece súper útil que los estudiantes puedan tener respuestas rápidas y claras cuando tienen dudas. A veces en clase no da tiempo para que el profesor explique todo con calma o que todos los alumnos pregunten, y ahí entra la IA para apoyar. También ayuda mucho a quienes aprenden a ritmos diferentes, porque se puede adaptar a cada quien.
Otra cosa positiva es que puede hacer que el aprendizaje sea más personalizado y dinámico. Hay estudiantes que se sienten más cómodos preguntándole a una herramienta que no los va a juzgar, y eso puede hacerlos sentir más seguros para aprender.
Ahora bien, no todo es perfecto. Si se usa mal, puede pasar que los estudiantes empiecen a depender demasiado de la IA y dejen de pensar por sí mismos. Es muy fácil copiar y pegar una respuesta, pero si no entiendes lo que haces, no estás aprendiendo de verdad.
También creo que es clave que los profesores estén bien preparados para usar esta tecnología, porque si no saben cómo integrarla en sus clases, se puede volver una distracción más que una ayuda.
En fin, creo que la inteligencia artificial generativa puede ser un gran apoyo en la educación si se usa con equilibrio. No viene a reemplazar al maestro, sino a complementarlo. Como todo en la vida, se trata de saber usarla con criterio.
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